Patrimonio Nacional

Con respecto al aspecto histórico, se reconoce que el área era utilizada desde el principio de ls conquista y colonización de Puerto Rico, temprano en el siglo XVI. Según el arqueólogo Federico Freytes, cuando llegaron los españoles a Puerto Rico, tocaron tierra precisamente por esta área, y dejaron escrito que toda la zona era ampliamente habitada por grupos taínos. La llegada de Cristóbal Colón en su segundo viaje a América en el año 1493 ocurrió con toda probabilidad en algún punto entre la costa de Aguadilla y Aguada. De hecho, la zona era ampliamente reconocida por sus aguas frescas y dulces, y los barcos pasaban a recoger agua luego de cruzar el Océano Atlántico.

Por esto los municipios de Aguada y Aguadilla se llaman así, porque eran utilizados por los españoles para recoger agua o “hacer aguada”. Así que toda la zona, en cuanto a la arqueología prehistórica, es sumamente sensitiva a la posible presencia de materiales arqueológicos. Así mismo, los ancianos de la comunidad apuntan a la existencia de un cementerio ubicado dentro del área, un cementerio de gente que murió debido a una epidemia de cólera. Esta tradición oral indica que dentro del área existe un cementerio de muertos por epidemia de cólera morbo. Debido a que no existen investigaciones al respecto, no se sabe de qué época es dicho cementerio, pero es sumamente posible que tenga una cronología entre finales del siglo 19 y principios del siglo 20, representando un recurso importante de la arqueología del periodo histórico en la zona.

En definitiva, tanto el descuido, la falta de conservación y más aún cualquier construcción en los terrenos de Playuela causarían un daño irreversible en los recursos arqueológicos existentes que aún no han sido estudiados y los que aún no han sido encontrados. Estos podrían aportar información valiosa sobre los procesos de población y ocupación de la zona, y que constituyen el patrimonio arqueológico de todos los puertorriqueños.